Un vehículo tiene principios de funcionamiento muy básicos, desde la chispa de encendido del motor que hace explotar el combustible en el interior de una cámara, comprimiendo gases que mueven a gran velocidad los componentes del motor, y transmitiendo esa energía a los ejes que soportan las ruedas. Algo que hemos notado es que aún hay muchos conductores que no conocen el papel que cumplen las bombas de gasolina en este proceso, y cuál debe ser su cuidado para evitar accidentarse.
La función de la bomba de gasolina
La bombas de gasolina tienen la función de trasladar el combustible que se encuentra en el tanque hasta el motor, cuando éste se enciende con la chispa del arranque, se genera una fuerza explosiva muy grande, que permite que el auto pueda movilizarse. Desde ese entonces la combustión de la gasolina es constante y no deja que el vehículo se apague hasta cortar el flujo de la bomba con la llave.
Una pieza tan importante y sometida al desgaste debe ser reemplazada constantemente, y tener un cuidado especial para prolongar su vida útil. La mejor forma de evitar accidentarnos es invertir desde un principio en bombas de gasolina originales como las que ofrecemos en Todo Refacciones. Dependiendo de tu vehículo, éstas pueden contar con una clasificación determinada.
Tipos de bombas de gasolina para vehículos
Bombas Carter o mecánicas: Durante muchos años fueron de las más utilizadas, especialmente durante el último medio siglo. Este tipo de bombas se utilizan en los autos con carburador y van montadas directamente sobre el motor, suponiendo un gran riesgo de incendio y explosión en caso de presentarse una colisión frontal.
Bombas eléctricas: Son el reemplazo de las bombas mecánicas. Se usan en los vehículos que tienen un sistema de inyección y se ubican en el interior del depósito, mayormente detrás del asiento posterior del vehículo. Ofrecen hasta 5 veces mayor presión que sus antecesoras.
Bombas de turbo o turbina: Lo bueno de estas bombas y lo que hace que algunos fabricantes de autos las prefieran es porque son silenciosas, además eficientes y resistentes a altas temperaturas. La parte negativa es que son más fáciles de dañarse si el combustible está muy contaminado, ya que no tienen mucha tolerancia a residuos.