Los coches actuales, es decir coches nuevos y fabricados después de 1980, cuentan con un sensor de oxígeno, es una parte del sistema de control de emisiones, y se encarga de informar a la computadora del coche .
La meta de los sensores de oxígeno, principalmente, es ayudar al motor a funcionar de manera eficiente en lo posible, y a producir la menor cantidad de emisiones permisibles. Es una pieza importante de tu coche que merece ser explicado más a profundidad.
¿Qué son los sensores de oxígeno?
Los sensores de oxígeno son una pieza que se encuentra antes y después del convertidor catalítico, colocada en el sistema de escape. El segundo sirve para medir el catalizador, asegurarse de que esté funcionando de forma correcta.
La función principal es la de medir la cantidad de oxígeno y combustible que sale del motor de tu coche, para que la computadora pueda regular la inyección de carburante y de aire a la cámara de combustión.
En otras palabras, una vez que se da la combustión, esos gases que van hacia el mofle son analizados por los sensores de oxígeno, si llegase a detectar un excedente de gasolina, se consideraría la mezcla rica, y la computadora se encargará de inyectar una cantidad menor.
En caso de que exista más oxígeno, la mezcla recibe el nombre de pobre, y se aumentará la cantidad de carburante para tener una mezcla ideal, de esto depende el consumo ideal de combustible, con bajas emisiones contaminantes, mantener el motor en buen estado y mantener el catalizador.
Un poco de historia sobre los sensores de oxígeno
No siempre se han utilizado estas piezas fundamentales, su uso por primera vez para el control de combustible y emisiones se dio a finales de 1970 hasta mediados de los años 1990. Para estos tiempos fue instalado un solo sensor en el flujo de los gases de escape, que modifica el suministro de combustible y para mantener la eficiencia del catalítico.
Para el año 1996 se convirtió en un requisito global, los sensores pre y post eran los exigidos, el del pre-convertidor catalítico es utilizado para el ajuste y control de la gasolina, y el post-convertidor catalítico es utilizado para monitorear que trabaje con eficacia.
La garantía que tiene un sensor de oxigeno es de unos dos años, o 24,000 millas, lo que ocurra primero siempre teniendo el cuidado y el uso del combustible correcto. Si sabes cómo funcionan estos sensores de oxígeno, y lo que hacen los gases de escape que fluyen por los sensores, esto te ayudará a saber cuándo reemplazarlos, podemos profundizar un poco sobre esto a continuación:
¿Cuánto puede durar un sensor de oxígeno?
Los sensores de oxigeno deben durar más que la garantía de emisiones del coche, por ejemplo, los fabricantes recomiendan que el sensor sin calefacción que se utilizaba desde finales de 1970 sean inspeccionados cada 30,000 millas.
Y los sensores con calefacción que se utilizaron desde la década del 80 sean inspeccionados cada 60,000 millas. Mientras que los que fueron fabricados en 1990 hasta la generación actual serán monitoreados cada 100,000 millas, aunque con un buen mantenimiento pude durar hasta 250,000 millas.
¿Cuándo puede ser reemplazado un sensor de oxígeno?
Dicho lo anterior, es importante que sepas como y cuando puedes reemplazar el sensor de oxígeno, en caso de que no tengas ni la menor ideas de las millas o los años, deberás atender a la luz de revise pronto, esta se encenderá y un código de falla se almacenará cuando el sensor comience a presentar problemas.
Códigos de falla de diagnóstico (DTC):
- Sensor pre: sensor 1
- Sensor post: sensor 2
Puede haber varios códigos asignados para un solo sensor, si hay un mal funcionamiento en el suministro de combustible, puede ser debido a que un sensor está fallando, igualmente el mal funcionamiento del inyector, y hay que reemplazar el sensor aunque no será la única solución a largo plazo.
¿Qué causa la degradación de un sensor de oxígeno?
Antes la degradación la causaba un ingrediente en el pegamento RTV y el anticongelante, esto se conoce como contaminación del sensor de oxígeno por el silicón. Actualmente el combustible y el mantenimiento son los principales degradadores de un sensor.
La gasolina y el diesel son productos crudos, y el proceso de refinado hace que el producto contenga una mezcla de diferentes hidrocarburos incluyendo: olefina, el elemento químico azufre y el benceno.
El azufre se produce naturalmente en el petróleo crudo, pero en el refinado la concentración e este es reducido en la gasolina, pero puede causar degradación de un sensor de oxígeno, la concentración de azufre determinará la velocidad de la degradación del sensor.
¿Fallas en los sensores?
Principalmente puede ser debido a la vulnerabilidad del alambrado y el conector del sensor, el calentador también, cuya función es llevar el sensor a la temperatura del funcionamiento durante un arranque frío, y en el calentamiento del motor. Podrían dañarse los sensores por un choque térmico.
Asimismo, el exceso de calor causa daños con frecuencia en el cableado, si no está correctamente colocado con el conector, las posibilidades de que puedan dañarse uno o ambos, son altas.
¿Mantener el motor afecta la vida de un sensor de oxígeno?
Cuando cambias el aceite por ejemplo, es parte del mantenimiento que contribuye a la vida del sensor; la ventilación positiva del cárter contribuye a la degradación, los vapores de aceites contaminados en el cárter acortan la vida útil de un sensor.
¿Puede afectar a un sensor de oxígeno el rendimiento del motor o el consumo de combustible?
El sensor de oxígeno controla el ajuste de combustible, y esto tiene que ver con el ahorro del mismo, si tienes un buen combustible y un excelente mantenimiento, tus sensores tendrán una larga vida y un gran ahorro de gasolina.
No olvidemos que el sensor de oxígeno se encuentra colocado en el tubo de escape, este sirve para detectar tanto las mezclas ricas, como las mezclas pobres, generalmente este mecanismo involucra una reacción química que genera voltaje.
Este voltaje el que es vigilado por la computadora del motor, para determinar asa, la mezcla , si es rica o si es pobre, con esta información ajusta la cantidad de combustible que debería entrar al motor.
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